El Tribunal Superior de Justicia ha confirmado la condena de 20 años de cárcel para la auxiliar que provocó la muerte de una anciana de 98 años en León al inyectarle insulina de forma deliberada. La sentencia descarta la aplicación de la prisión permanente revisable, manteniendo así la pena impuesta en primera instancia.
Esta decisión, que aún no es firme, permite a la defensa presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo en busca de una revisión del fallo. El caso ha generado gran conmoción en la opinión pública, ya que el crimen cometido por la auxiliar ha sido considerado especialmente cruel al tratarse de una persona vulnerable y de avanzada edad.
La confirmación de la condena por parte del TSJ refleja la gravedad de los hechos y la contundencia de las pruebas presentadas durante el juicio. La justicia sigue su curso en este caso, en el que se espera que se haga justicia para la víctima y se respeten los derechos de ambas partes involucradas en este trágico suceso.