La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León ha incrementado las medidas de vigilancia y control sobre las poblaciones de jabalíes para prevenir la expansión de la peste porcina africana, tras detectarse casos en Cataluña. El director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, explicó en León que la Junta sigue de cerca la evolución del foco detectado en Cataluña y confía en que las medidas adoptadas contengan el brote.
Arranz subrayó que, de forma preventiva, se intensificará la actuación sobre la población de jabalíes, principal vector de la enfermedad. «Sabemos el problema que supone la densidad de jabalíes para la propagación de esta enfermedad, y por eso estamos dando un paso más en el trabajo que ya veníamos realizando desde hace tiempo», afirmó.
Desde junio, la comunidad cuenta con un Plan de Gestión del Jabalí, que regula medidas de control y regulación cinegética. La Junta ha mantenido reuniones con la Federación de Caza de Castilla y León y con las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPAs) para intensificar la reducción de poblaciones y adaptar las estrategias al riesgo sanitario.
El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se reunió con organizaciones agrarias para abordar posibles efectos de la peste porcina africana en el sector. También el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, instó a la ministra de Agricultura a tomar medidas frente a este problema.
Ecologistas en Acción han pedido que no se criminalice al jabalí, señalando que la gestión de la fauna salvaje debe ser más efectiva para evitar la propagación de enfermedades. La Fundación Artemisan destacó la dificultad de censar estos animales, estimando su cifra entre 1,2 y 1,5 millones.
Con estas acciones, Castilla y León busca anticiparse a un posible riesgo sanitario y reforzar su capacidad de respuesta ante una enfermedad que podría tener un impacto económico y ecológico significativo si se propaga en la fauna silvestre o en explotaciones ganaderas.
