El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha recibido la comunicación de la nueva orden de declaración de emergencia cinegética por jabalí. Esta medida busca reforzar de manera urgente las acciones de prevención frente a la Peste Porcina Africana (PPA) en todo el territorio autonómico, estableciendo un conjunto de medidas extraordinarias con efectos inmediatos.
La normativa, que amplía las posibilidades de intervención sobre las poblaciones de jabalí, elimina los cupos de caza que pudieran existir en los planes cinegéticos. Se autorizan modalidades como el rececho y el aguardo, y se espera en todos los cotos, permitiendo en esta última el uso de visores nocturnos bajo autorización del titular cinegético.
Además, se facilita la caza «al salto» y «en mano» todos los días de la semana durante la temporada general. En cuanto a las monterías y ganchos, la orden amplía su aplicación a todos los cotos, incluidos los de caza menor. «No habrá limitaciones en cuanto a número de cacerías por temporada, se podrán repetir manchas ya cazadas y no habrá superficie mínima para poder celebrarla», especifica la norma.
En el ámbito del control poblacional, la orden habilita actuaciones durante los 365 días del año tanto en cotos de caza como en terrenos no cinegéticos, como zonas de seguridad y vedados. Para ello, se autoriza el uso de capturaderos homologados y se fija un plazo máximo de cinco días para la resolución de las solicitudes de control.
Esta acción se ha dictado de forma coordinada entre las consejerías de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio y la de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. En este marco, el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones mantuvo una reunión con la Federación de Caza de Castilla y León para abordar los detalles de la nueva ordenanza.
La implementación de estas medidas busca no solo controlar la población de jabalíes, sino también prevenir la llegada de la Peste Porcina Africana, una enfermedad que podría tener graves consecuencias para la industria ganadera de la región. La Junta de Castilla y León espera que estas acciones tengan un impacto positivo en la gestión de la fauna cinegética y en la protección de la economía local.
