El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha presentado esta mañana en el Centro de Defensa Contra el Fuego, con sede en León, el operativo de vigilancia, prevención y extinción de incendios forestales 2023 en la Comunidad de Castilla y León para la próxima época de peligro alto. La presentación se ha enmarcado en una reunión de coordinación con los delegados territoriales mantenida por los consejeros de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, y de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, centrada fundamentalmente en la coordinación en materia de incendios forestales. La campaña de riesgo alto, que comenzará el 12 de junio y terminará, en principio, el 12 de octubre, se prevé complicada debido a la escasez de lluvias en primavera, a pesar de las lluvias de finales de mayo y de junio. El operativo, que es permanente y ha sido reforzado aumentando sus capacidad todo el año, entrará en su máximo despliegue en los próximos días y dispondrá de más medios organizativos, tecnológicos, personales y materiales.
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones ha presentado la campaña de riesgo alto del operativo de vigilancia, prevención y extinción de incendios forestales para 2023, en una reunión con los delegados territoriales de la Junta de Castilla y León en las nueve provincias, en el marco de una comisión de coordinación mantenida por el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago y el consejero Suárez-Quiñones, centrada fundamentalmente en la coordinación en materia de incendios forestales. La reunión, con la intervención del director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, tuvo como objeto, entre otros, analizar distintos aspectos para maximizar la coordinación del Operativo 2023 de vigilancia, prevención y extinción de incendios forestales en la Comunidad de Castilla y León durante la época de peligro alto, prevista inicialmente entre el 12 de junio y el 12 de octubre.
El operativo de lucha contra los incendios forestales 2023 estará integrado por 4.715 profesionales (303 ingenieros; 894 agentes medioambientales, celadores y otros; 1.469 trabajadores fijos discontinuos y otros; 516 trabajadores de cuadrillas helitransportadas; 1.285 trabajadores de cuadrillas de tratamientos selvícolas; 248 profesionales de tripulación de medios aéreos y retenes de maquinaria), 886 medios materiales terrestres y aéreos, con 10 centros de mando –nueve provinciales CPM y el autonómico CAM-, 271 puestos y cámaras de vigilancia, 325 autobombas y vehículos pick-up, 209 cuadrillas terrestres y helitransportadas y 37 retenes de maquinaria y bulldozer.
En cuanto a los medios aéreos, el dispositivo cuenta con 22 helicópteros y un avión de la Junta de Castilla y León -ubicados en las bases de Cebreros, Piedralaves y El Barco (Ávila), Medina de Pomar y Pradoluengo (Burgos), Cueto, Rabanal, Camposagrado y Sahechores (León), Villaeles (Palencia), El Bodón, El Maíllo y Guadramiro (Salamanca), Coca y Las Casillas (Segovia), Garray (Soria), Valladolid, Quintanilla y Rosinos (Valladolid), Villardeciervos y Villaralbo (Zamora)-, a los que se suman 5 helicópteros y otros 6 aviones de la Administración General del Estado estacionados en el territorio de Castilla y León, que totalizan 34 medios aéreos, más los que puedan movilizarse no estacionados en el territorio de la Comunidad.
Principales novedades del Operativo 2023
La principal novedad que implementa el operativo de la campaña de 2023 ha sido un refuerzo importante de la capacidad del operativo durante todo el año, que ha incluido, fuera de la época de riesgo alto, más efectivos, guardias de agentes medioambientales y técnicos, refuerzo de los centros provinciales y autonómicos de mando, más helicópteros en servicios, nuevos vehículos autobombas y todoterreno para agentes medioambientales y técnicos, y otras mejoras estructurales y de medios, alcanzando los medios su máximo despliegue en la época de riesgo alto, que pasa de ser de tres meses mínimo a cuatro meses mínimo.
En la época de peligro alto se incluyen más efectivos, más personal en los centros de mando (que van a ver renovadas sus instalaciones en las provincias en que es necesario), mejoras y ampliación del personal de dirección y coordinación de los incendios forestales con 40 nuevas plazas de técnicos de apoyo, la incorporación de analistas de planificación y comportamiento del fuego para los grandes incendios forestales y un nuevo servicio de ayuda a la organización de las radiocomunicaciones. Se incorporan también 28 nuevas plazas de Operador de Centro de Mando que con las existentes permitirán dar un servicio permanente 365 y 24 horas en estos centros.
El operativo contará con 5 nuevas cuadrillas nocturnas en Burgos, Palencia, Segovia, Soria y Valladolid, pasando de 11 a 16, y extiende el número de integrantes de cuadrillas a todo el año. Además, se ha ampliado la prestación de los retenes de maquinaria durante todo el año.
Además, entran en funcionamiento, por primera vez, unas nuevas autobombas de doble cabina con una pickup auxiliar, que llevan la dotación de conductor y manguerista y también una cuadrilla, que se desplegarán en las provincias de Ávila, León, Salamanca y Zamora.
Respecto a las autobombas, habrá una mejora de las bases para vehículos autobomba con una inversión de 2,8 millones, una inversión de 1,58 millones en garajes de autobombas, puestos de vigilancia y otras infraestructuras. Se continúa con la renovación de la flota de autobombas añadiéndose a las 9 adquiridas en el año 2022, 30 en este año 2023.
También se ha realizado la compra anticipada de 2 furgonetas PMA y el carrozado de los 9 vehículos comprados el año pasado. Junto con ello, se ha realizado la compra de 27 pick up de 5 plazas con equipo de autobomba de alta presión, y en junio se completará la renovación y entrega de 575 nuevos vehículos todo terreno.
Sobre las bases de medios aéreos se está mejorando el firme del aeródromo de Rosinos, en Zamora, y la continuación del proceso de apertura al tráfico del aeródromo de El Maíllo, avanzándose en la construcción de la base aérea de Oterico, en León.
Se incluyen mejoras sustanciales en los sistemas de vigilancia y detección. Así, a la ampliación del tiempo de trabajo del colectivo de escuchas a 6 meses, se une el incremento del número de cámaras de videovigilancia con la implantación de 20 cámaras en Ávila, 21 en Salamanca y la ampliación en 7 las ya instaladas en Zamora. También se renueva y mejora el software de todas, incluidas las instaladas en el Bierzo y en Soria.
Hay mejoras también en la red de comunicaciones, con la modernización de equipos de radiocomunicaciones, nuevos suministros de equipos y mejoras de la respuesta en grandes Incendios mediante la eficiencia de las comunicaciones. Se introducen mejoras en la conectividad de los CPM (Centro Provincial de Mando) y del CAM (Centro Autonómico de Mando), con renovación de los equipos y de las aplicaciones informáticas.
La importancia de la formación desde el Centro de Defensa del Fuego
La Consejería ha puesto en marcha un programa general de formación que desarrollará el Centro para la Defensa contra el Fuego, CDF, con sede en León, con el fin de impulsar la faceta técnica orientada a la mejora del operativo, destacando el Área de estudios e investigación, para ampliar el conocimiento sobre el comportamiento del fuego y el estudio de materiales y equipos de extinción.
Como complemento a la investigación, se ha diseñado una estrategia de comunicación y acercamiento al ciudadano, facilitando más información de cada incendio, para que tengan un mayor conocimiento de la problemática y de los daños que pueden ocasionar los incendios forestales.
Asimismo, se han reforzado las áreas, ya existentes, de formación y de educación ambiental, sensibilización y prevención, recuperando gran parte de las actividades formativas presenciales con la plataforma de teleformación a distancia.
Coordinación entre administraciones públicas
La Junta de Castilla y León cuenta con un operativo permanente, con despliegues estratégicos en todas las provincias, pero autonómico y flexible, con plena coordinación con otras administraciones, lo que garantiza el buen funcionamiento de las labores de prevención y extinción de incendios forestales.
Por un lado, la coordinación a nivel interno. Desde el Centro Autonómico de Mando (CAM), ubicado en Valladolid, que es el órgano encargado de mantener la coordinación interna de la propia Junta de Castilla y León, estando permanentemente en coordinación con la Sala de Emergencias del 112 y con los nueve Centros Provinciales de Mando (CPM) situados en las Delegaciones Territoriales de las nueve provincias mediante la coordinación y apoyo de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal y de la Agencia de Protección Civil de la Junta a las nueve provincias. A su vez, está en constante comunicación y con el resto de administraciones central, autonómicas y locales.
De otro lado, coordinación con los medios de extinción de otras administraciones públicas: con la Administración del Estado (Delegación y Subdelegaciones de Gobierno, a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, medios aéreos del Ministerio de Transición Ecológica y del Ministerio de Defensa con la UME); con Ayuntamientos, Mancomunidades y Diputaciones Provinciales, mediante convenios para que sus vehículos colaboren en la lucha contra los incendios forestales y acudiendo a auxiliar a estas administraciones con los medios de la Junta en el 49 % del territorio Castilla y León que no es forestal.
Campaña complicada
El consejero ha avanzado que este verano la campaña puede ser complicada, “hay mucha sequía, a pesar de las lluvias de finales de mayo y junio, y los incendios pueden ser rápidos. Ha habido poca lluvia y la que ha caído ha sido superficial, por lo las expectativas no son favorables”, ha dicho.
No obstante, Suárez-Quiñones ha recordado que durante la última década, 2011-2020, los incendios se han reducido un 19 % respecto a la anterior, “gracias”, señaló “a que estamos en una mejora permanente y a que tenemos un operativo que se amplía cada año, con más medios técnicos y humanos, y con un incremento muy sustancial de capacidad en este año 2023”.
En lo que llevamos de año 2023, desde el 1 de enero al 31 de mayo, a pesar de ser un inicio de año complicado climatológicamente, se han producido 532 incendios forestales, sobre una media de 567 incendios en los últimos diez años, siendo el 81 % de ellos conatos –menos de 1 ha-, sobre una media del 64 % en los últimos diez años, gracias a la rápida actuación del operativo.
Colaboración de la población
Juan Carlos Suárez-Quiñones ha insistido en pedir a la población que extreme las precauciones a fin de evitar imprudencias, ya que es esencial para evitar que los incendios forestales se produzcan, durante todo el año, pero especialmente en los difíciles meses de verano en los que el riesgo de incendios es mayor. “Sabemos que sólo un porcentaje muy bajo de los incendios se producen por causas naturales, en torno a un 7 %, dado que la inmensa mayoría de los incendios -un 93 %- derivan de la intervención humana, ya imprudente ya intencional; es decir, que esta inmensa mayoría de los incendios se podrían evitar”, ha recordado. “Las condiciones meteorológicas están ahí, no podemos evitarlas –ha continuado Suárez-Quiñones-, pero sí podemos reducir el número de incendios, observando las normas establecidas y adoptando las debidas medidas preventivas y de seguridad”. Por ello resulta capital “la colaboración de la población en la denuncia del que prende el monte, para que las fuerzas y cuerpos de seguridad puedan identificar, en su caso detener a los presuntos responsables para que sean puestos a disposición de la Justicia y caiga sobre ellos todo el peso de la Ley”.
Recomendaciones a la población
Desde la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio se recomienda a la población que evite acumulaciones de combustible en el entorno de las zonas habitadas, segando y desbrozando el entorno antes de que se agoste y retirando los restos eliminados.
Es especialmente importante en los entornos periurbanos y zonas agrícolas, en general zonas fuera del ámbito de los incendios forestales, y de responsabilidad de las administraciones locales. Es absolutamente importante concienciarse y que ayuntamientos, polígonos industriales, urbanizaciones, y particulares en el entorno de las zonas habitadas y las administraciones públicas en el entorno de las vías de comunicación de su competencia, realicen labores de desbroce y eliminación de vegetación anual agostada creando una franja de protección pasiva. A este respecto la Junta tomará medidas en los montes que gestiona y carreteras próximas a terrenos urbanizados eliminando ese combustible para disminuir el riesgo.
Y durante la época de peligro alto (EPA) se insiste en las recomendaciones habituales: prohibición de hacer hogueras fuera de los lugares autorizados, atención en labores de apicultura en días de viento, precaución en la utilización de herramientas que generan chispas en el medio natural o agrícola y máxima atención durante la cosecha del cereal, sobre todo los días con altas temperaturas y fuertes vientos. También ha recomendado mucha precaución a los ayuntamientos cuando autoricen fuegos artificiales en sus pueblos, sobre todo en días de temperaturas extremas como las de estos días y con masas vegetales que puedan arder.
De otro lado, ante un previsible aumento del turismo interior y actividades al aire libre, hay que insistir, a través de la concienciación y de la vigilancia, en la importancia de evitar los incendios aumentando la precaución para evitar negligencias en el uso público del monte que puedan provocar incendios en momentos de elevado riesgo, ya que un solo gran incendio forestal (GIF) puede ser responsable de la mayor parte de la superficie afectada anual.
Finalmente, Suárez-Quiñones, agradeció el compromiso, entrega y profesionalidad de todas las personas que integran el operativo en sus distintas misiones, que conforman un sistema eficaz y eficiente de protección del medio natural y, lo que es más importante, de la seguridad de las personas ante el riesgo de incendios forestales.