Los vendedores tradicionales de la plaza Mayor se encuentran en una encrucijada ante la posibilidad de trasladarse a San Pedro como alternativa a la incertidumbre que enfrentan en su ubicación actual. Ante esta decisión, los afectados exigen un compromiso escrito para levantar el plantón que tienen programado para este sábado.
Esta situación refleja la tensión y la preocupación que viven los vendedores, quienes buscan garantías y seguridad en sus actividades comerciales. El posible traslado a la Catedral en enero se plantea como una opción, pero sin un compromiso formal por parte de las autoridades, la incertidumbre persiste.
La exigencia de un compromiso escrito por parte de los afectados resalta la importancia de contar con garantías concretas y claras para poder tomar decisiones que afectan directamente su sustento económico. La falta de certezas en cuanto a su futuro laboral genera un clima de tensión y desconfianza que urge ser resuelto.
En medio de esta situación, los vendedores tradicionales se mantienen en pie de lucha, buscando que sus demandas sean escuchadas y atendidas por las autoridades pertinentes. La incertidumbre sobre su futuro y la necesidad de seguridad en sus actividades comerciales son los principales puntos que marcan este conflicto que enfrentan los trabajadores de la plaza Mayor.