El Consejo de Enfermería de Castilla y León ha levantado su voz en demanda de un mayor respeto y protección para el colectivo sanitario ante las crecientes agresiones que sufren. En un comunicado emitido hoy, han hecho un llamado urgente a las autoridades para que se endurezcan las penas contra aquellos que atentan contra la integridad física y emocional de los profesionales de la enfermería.
Según datos recopilados, durante el año 2023 se registraron un total de 775 casos de agresiones en la Comunidad de Castilla y León, de los cuales 290 afectaron directamente a los enfermeros y enfermeras que día a día brindan su labor asistencial en los centros de salud y hospitales.
Estas cifras alarmantes reflejan una situación preocupante y que requiere una respuesta contundente por parte de las autoridades competentes. El Consejo de Enfermería ha manifestado su total apoyo a las víctimas de agresiones y ha instado a la sociedad a tomar conciencia de la importancia de respetar y valorar el trabajo de estos profesionales de la salud.
Es imperativo que se tomen medidas efectivas para prevenir y castigar este tipo de actos violentos, garantizando así un entorno seguro y respetuoso para todos los trabajadores sanitarios. La labor de los enfermeros y enfermeras es fundamental en el sistema de salud, y es responsabilidad de todos proteger y valorar su dedicación y esfuerzo en beneficio de la comunidad.