La creciente demanda de servicios públicos en nuestro país ha evidenciado la urgente necesidad de renovar las infraestructuras que los sustentan. Expertos en la materia han calculado que se requiere una inversión superior a los 35.000 millones de euros para mejorar y modernizar la red de infraestructuras públicas.
El uso intensivo al que se ven sometidas estas infraestructuras, ya sean carreteras, puentes, hospitales o escuelas, está poniendo en riesgo su funcionalidad y seguridad. Es imperativo que se lleve a cabo una renovación profunda para garantizar que puedan seguir prestando servicios de forma eficiente y segura a la población.
Esta inversión no solo beneficiará a los ciudadanos usufructuarios de estos servicios, sino que también generará empleo y activará la economía a través de la creación de nuevos proyectos de construcción e infraestructura. Es responsabilidad de las autoridades públicas tomar medidas urgentes para abordar esta situación y garantizar un futuro sostenible para las infraestructuras del país.