Las enfermeras han alzado su voz indignadas ante la falta de medidas de seguridad y apoyo psicológico en su lugar de trabajo, tras la brutal agresión sufrida por una compañera. El sindicato ha denunciado que la profesional agredida aún no ha recibido la atención psicológica que solicitó, evidenciando la falta de protocolos efectivos para casos de violencia en el ámbito sanitario.
Para aumentar la preocupación, se ha reportado que la persona que agredió a la enfermera se encontraba hoy mismo en la sala de espera del centro de salud, generando un ambiente de inseguridad y desamparo entre el personal. Esta situación pone de manifiesto la vulnerabilidad a la que se enfrentan los trabajadores de la salud en su día a día, sin contar con las garantías necesarias para proteger su integridad física y emocional.
Es urgente que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y tomen medidas concretas para garantizar la seguridad de los profesionales sanitarios. La violencia en el ámbito de la salud no puede ser tolerada, y es responsabilidad de todos velar por un entorno laboral seguro y respetuoso para quienes dedican su vida a cuidar de los demás.