En un año marcado por la incertidumbre y los desafíos para las familias, apenas 60 colegios han optado por implementar un servicio de monitor para la conciliación familiar en este mes de septiembre. A pesar de que la demanda ha ido en aumento desde el inicio del curso escolar, la cifra no alcanza siquiera el 50% de los centros educativos.
La falta de recursos y la complejidad logística parecen ser algunos de los obstáculos que han limitado la adopción de esta medida por parte de más colegios. Mientras tanto, las familias se ven en la difícil situación de tener que buscar alternativas para atender las necesidades de conciliación entre la vida laboral y familiar.
Este escaso número de colegios que han recurrido al monitor para la conciliación familiar pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar de manera más efectiva este problema que afecta a tantas familias en nuestro país. La colaboración entre las autoridades educativas, los centros escolares y las familias se presenta como fundamental para encontrar soluciones que garanticen un equilibrio entre el trabajo y la vida familiar en tiempos de crisis.
