Los vecinos del Paseo de Salamanca han decidido alzar la voz de forma contundente ante la falta de soluciones por parte de las autoridades locales en relación al abandono del edificio de Bodegas Cándido. Tras dos décadas de reclamos y peticiones, la paciencia de la comunidad ha llegado a su límite, desatando una gigantesca protesta que ha dejado el edificio «empapelado» con pancartas que denuncian la inacción del Ayuntamiento.
Entre las demandas principales de los residentes se encuentra la limpieza y el mantenimiento del inmueble abandonado, así como la necesidad de evitar posibles riesgos para la seguridad de la zona. La situación ha generado un clima de indignación y frustración entre los vecinos, quienes sienten que han sido ignorados durante demasiado tiempo.
Ante esta situación, las autoridades locales se ven presionadas a tomar medidas urgentes para dar respuesta a las demandas de la comunidad. La protesta en el Paseo de Salamanca es un claro recordatorio de la importancia de escuchar y atender las necesidades de los ciudadanos, así como de la responsabilidad de las instituciones en garantizar el bienestar y la seguridad de todos los vecinos.
