Rubén Rodríguez, viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, ha participado hoy en Villafranca del Bierzo León, a la subasta de lotes incluidos en el Plan Técnico de la Junta para la temporada 2023-24 de la Reserva Regional de Caza de los Ancares Leoneses, concordando con el 50 aniversario de su creación. Ha estado junto al alcalde José Manuel Pereira y representantes de los municipios de la reserva.
Las especies objeto de subasta son el rebeco (ambos sexos) con 59 lotes, 5 lotes de ciervo y 28 lotes de cabra montés (ambos sexos). Los precios de salida se han ubicado entre los 650 euros de la hembra de rebeco hasta los 2.100 del rebeco macho (Tipo A); los 850 euros del ciervo Tipo B a los 1.450 para el ciervo Tipo A y, en el caso de la especie cabra montés, entre los 350 euros de una hembra de cabra montés y los 1.900 euros del macho Trofeo (Tipo A2). Hay que considerar que al importe generado por la adjudicación de los lotes que salen a subasta hay que sumar la liquidación respectiva de cuota complementaria, en función de la puntuación fiscal que ofrezca cada trofeo una vez abatido.
Señala la existencia este año de algún lote de cabra montés Tipo A2, que son individuos entre 210 y 230 puntos fiscales, así como los rebecos Tipo A, que en la edición anterior alcanzaron en torno a los 4.500 euros, individuos con más de 78 puntos fiscales y las hembras de rebeco, muy atractivas entre el colectivo.
Los propietarios de los terrenos acordaron mantener el sistema tradicional de subasta mixta, teniendo en cuenta que los adjudicatarios provisionales que no procedan a realizar el pago en 10 días perderán el lote y quedará a disposición de la plataforma web de comercialización Subastas de caza
Se trata de un evento muy frecuentado, al que suelen estar muy atentos cazadores y promotores turísticos de España y otros países. Se da la circunstancia de que la subasta ‘online’ suscita también mucho interés, dado que hay cazadores dispuestos a pujar fuerte por una pieza de Ancares.
Reservas Regionales
Las Reservas Regionales de Caza son terrenos declarados con el doble fin de preservar y promover ciertas especies y, una vez alcanzados los niveles de densidad óptimos, aprovechar racionalmente esta riqueza cinegética para la máxima satisfacción social y recreativa, procurando dirigir hacia las comarcas afectadas una intensa corriente dineraria que permita mejorar sus condiciones económicas y sociales.
La Reserva Regional de Caza de Los Ancares Leoneses fue declarada Reserva Nacional de Caza en el año 1973 por Ley 2/1973, de 17 de marzo, de creación de trece reservas nacionales de caza, y, después, tras ceder el Estado las competencias a las diferentes autonomías, se declaró Reserva Regional de Caza.
El espacio se encuentra en el extremo noroccidental de la provincia de León, lindando con las comunidades del Principado de Asturias y de Galicia. Tiene cotas de gran importancia y renombre: Cuiña (1987 m), Miravalles (1969 m), Teso Mular (1884 m), Tres Obispos (1792 m), que marcan la divisoria con las vecinas provincias de Lugo y Asturias. Comprende 25 poblaciones repartidas en cinco ayuntamientos: Balboa, Candín, Peranzanes, Vega de Espinareda y Villafranca del Bierzo.
Dividida en cuarteles de caza, cuenta con una superficie 36.357 hectáreas.
Aloja especies cinegéticas tales como el rebeco y cabra montés, así como ciervo, y jabalí, principalmente. Sin duda, la especie emblemática de la Reserva de Los Ancares Leoneses es el rebeco.
La importancia de la caza para el medio rural
La caza en Castilla y León establecen un importante recurso económico para las zonas rurales y un importante recurso natural, que tiene asegurado su futuro si se mantiene su adecuada gestión y su aprovechamiento responsable, como es el que promueve la nueva Ley 9/2019, de 28 de marzo, de modificación de la Ley 4/1996, de 12 de julio, de Caza en la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
La Ley de Caza de Castilla y León ha significado una actualización del marco normativo de la actividad cinegética, muy importante en los territorios rurales y que contribuye a su desarrollo económico y a la fijación de población. Se trata, también, de una actividad que actúa asimismo como factor de socialización y que integra valores de carácter deportivo y turístico, así como culturales y sociales de una actividad tradicional en Castilla y León.
La aportación económica generada por la caza, y en especial por la caza mayor, permite fijar población, suponiendo un complemento importante y casi exclusivo en los espacios rurales menos favorecidos. No sólo genera empleos directos, sino que también desarrolla sectores que dependen indirectamente de esta actividad, como son los transportes públicos y la hostelería.
Sin embargo, además, la caza es una actividad esencial y necesaria para la sociedad actual, y no sólo por motivos económicos y sociales, sino también medioambientales. Constituye un importante recurso natural, que tiene asegurado su futuro si se mantiene su adecuada gestión y su aprovechamiento responsable, como es el que promueve la nueva Ley de Caza en la Comunidad.
Es una actividad indispensable para el equilibrio de los ecosistemas y para la recuperación de la fauna silvestre más sensible; para el control poblacional de las especies y la remisión de daños a las personas, a la ganadería y a la agricultura, así como para mantener los valores silvestres de las distintas especies
La Junta de Castilla y León protege la actividad de la caza, dentro de la adecuada gestión y aprovechamiento responsable que promueve la citada normativa autonómica, considerándola como una herramienta necesaria para activar la economía de la zona y, en definitiva, para fijar población en el medio rural.
Una de las grandes bazas de la Red de Reservas de Caza de Castilla y León es contribuir a posicionar estos espacios como referencia de ‘caza de calidad’: los mejores entornos para cazar, los mejores terrenos cinegéticos abiertos, la caza en total libertad, la mejor atención al cazador… Todo un modelo de excelencia. Esta idea conlleva, además, que cada una de las reservas regionales continúe manteniendo su propia personalidad. Y ese modelo de excelencia sirve de gran apoyo a los propietarios de terrenos para mejorar la comercialización e internacionalización.