Acerinox ha cerrado los primeros nueve meses de 2025 con un beneficio atribuido de 7 millones de euros, lo que representa una caída del 96% en comparación con los 162 millones obtenidos en el mismo periodo de 2024. La compañía señala que este descenso se debe a la lenta recuperación del sector y a la persistente debilidad de la demanda en sus principales mercados, Europa y Estados Unidos.
Durante el tercer trimestre, Acerinox registró un beneficio neto de 25 millones de euros, un 48% menos que en el mismo periodo del año anterior. A pesar de esta caída, el trimestre se caracterizó por una sólida generación de caja y una contención de la deuda, en un contexto de incertidumbre geopolítica y económica a nivel global. El resultado bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 108 millones de euros, un descenso del 8% interanual.
La facturación trimestral fue de 1.415 millones de euros, un 6% inferior a la del segundo trimestre, debido al menor volumen en Europa, aunque un 9% superior al mismo periodo de 2024. En total, las ventas ascendieron a 4.473 millones hasta septiembre.
Acerinox logró un flujo de caja operativo de 152 millones en el tercer trimestre y de 299 millones en los nueve primeros meses, gracias a una reducción del capital circulante de 165 millones de euros. Este rendimiento permitió abonar el dividendo complementario en julio y ejecutar las inversiones previstas en su plan estratégico. La deuda financiera neta se situó en 1.243 millones, 21 millones más que al cierre del trimestre anterior.
Bernardo Velázquez, consejero delegado de Acerinox, destacó la importancia de enfocarse en la mejora continua del capital circulante y la sólida generación de caja en el actual contexto de incertidumbre. La empresa reconoce que la baja demanda y las tensiones internacionales han frenado la recuperación del acero inoxidable tras dos años de contracción.
En Estados Unidos, la situación es más favorable gracias a las medidas de defensa comercial aprobadas en el segundo trimestre, que han reducido la presión importadora. Sin embargo, en Europa el mercado sigue siendo complejo, con un exceso de importaciones y precios deprimidos. Acerinox confía en una mejora a partir de 2026 con la aplicación del nuevo mecanismo de ajuste en frontera (CBAM).
La compañía valora positivamente la propuesta de la Comisión Europea para endurecer las medidas de defensa comercial, que reducirán las cuotas de importación y elevarán los aranceles. Velázquez subrayó que estas disposiciones refuerzan la importancia del acero para salvaguardar la autonomía estratégica y el empleo de calidad.
Acerinox continúa su estrategia de diversificación geográfica y desarrollo de productos de mayor valor añadido, lo que considera clave para enfrentar los actuales desafíos del mercado.
