En una contundente muestra de descontento, los agricultores y ganaderos se han unido una vez más para reclamar cambios significativos en el sector primario. Esta vez, su objetivo es claro: exigir la derogación del Pacto Verde Europeo, que consideran una amenaza para su forma de vida y sustento.
Las calles de Valladolid se han convertido en el escenario de esta nueva movilización, donde cientos de profesionales del campo han levantado sus voces para denunciar la crítica situación en la que se encuentran. Consideran que las políticas ambientales impuestas desde la Unión Europea están asfixiando su producción y poniendo en riesgo su futuro.
Además, la preocupación se intensifica ante el acuerdo de Mercosur, que temen será el golpe final para un sector ya golpeado por la crisis. Los agricultores y ganaderos advierten que este tratado supondría una competencia desleal que pondría en peligro la viabilidad de sus explotaciones.
Ante este panorama, la protesta se mantiene firme y los manifestantes insisten en la necesidad de ser escuchados y tomados en cuenta por las autoridades. La presión sobre las Cortes se intensifica en un intento por revertir las decisiones que consideran perjudiciales para el campo español.