En medio de un panorama marcado por la corrupción en distintas instancias de la administración pública, se ha desatado un debate en torno al encaje institucional de la Autoridad Independiente en materia de corrupción en el Consejo de Cuentas. El protagonista de esta controversia es Mario Amilivia, quien ha expresado sus dudas acerca de la efectividad de esta institución debido a la falta de competencias y de presupuesto.
Amilivia, en su posición crítica, ha pedido una ampliación de las competencias de la Autoridad Independiente para que pueda abordar de manera más eficaz la lucha contra la corrupción. De lo contrario, propone dotar a la AICCYL de plena autonomía en esta materia, con el objetivo de garantizar una mayor independencia y eficacia en su labor de supervisión y prevención de actos ilícitos.
Ante la creciente preocupación por los casos de corrupción que afectan a la sociedad en su conjunto, resulta imperativo revisar y fortalecer las instituciones encargadas de velar por la transparencia y la integridad en la gestión pública. La propuesta de Amilivia abre un interesante debate sobre la necesidad de dotar a estas entidades de los recursos y competencias necesarios para cumplir con su misión de manera efectiva y sin interferencias externas.