El escándalo estalló en el Consejo de Ramón esta semana, cuando el auditor interno, Cuentas, abroncó públicamente a los miembros del consejo por no presentar los números de la gestión de forma adecuada. La tensión llegó a su punto máximo cuando la vicepresidenta, Amilivia, reprochó duramente la labor del presidente y sus predecesores en cuanto al manejo del presupuesto y la gestión del personal.
Las acusaciones de falta de transparencia y rendición de cuentas han generado un clima de incertidumbre en la institución, con varios miembros del consejo enfrentándose a duras críticas por parte de la opinión pública. Se espera que en los próximos días se lleve a cabo una reunión de emergencia para abordar esta crisis interna y buscar soluciones que restauren la confianza en la gestión del Consejo de Ramón.