La portavoz parlamentaria del Partido Popular (PP), Ester Muñoz, ha declarado en una entrevista en Antena 3 que no le corresponde «comentar el aspecto físico de las personas». Estas declaraciones surgen tras la polémica generada por un tuit de su partido que compara al ministro de Transportes, Óscar Puente, con un chimpancé. Muñoz justificó el tuit afirmando que fue una respuesta en el mismo lenguaje que utiliza el ministro.
El tuit del PP, publicado en la cuenta oficial del partido, señalaba: «Puesto que Óscar Puente se pone a hablar de la apariencia de las personas, vamos a seguirle el rollo. En la foto, un ser poco evolucionado y carente de educación y cortesía. Molesto y con tendencia a hacer ruidos grotescos. Junto a él, un primate». Esta publicación ha generado un amplio debate en redes sociales y medios de comunicación, siendo criticada por su tono ofensivo.
Ester Muñoz, en su intervención, subrayó que la intención del tuit era contestar en el mismo tono que, según ella, utiliza el ministro Puente. Sin embargo, evitó profundizar en el contenido del mensaje y se centró en defender la postura de su partido.
Este incidente ha tenido un impacto significativo en León y en la provincia de Castilla y León, donde el PP tiene una fuerte presencia política. La controversia ha suscitado reacciones tanto de apoyo como de rechazo entre los ciudadanos y miembros de otros partidos políticos.
A nivel autonómico y nacional, la situación ha reavivado el debate sobre el uso del lenguaje en la política y las redes sociales. Algunos líderes políticos han llamado a la moderación y al respeto mutuo, mientras que otros han aprovechado la ocasión para criticar al PP por lo que consideran un comportamiento inapropiado.
En cuanto a las declaraciones oficiales, hasta el momento no ha habido una respuesta directa del ministro Óscar Puente sobre el tuit, aunque se espera que el tema sea abordado en próximas comparecencias públicas.
De cara al futuro, este incidente podría influir en la percepción pública del PP y su estrategia comunicativa. La forma en que el partido maneje esta controversia podría tener repercusiones en su imagen y en su relación con el electorado, especialmente en un contexto político cada vez más polarizado.
