En una operación conjunta, la Policía Nacional y la Guardia Civil lograron desarticular una red de explotación laboral que operaba en cinco comunidades autónomas de España. Como resultado de la intervención, se logró liberar a un total de 45 víctimas que estaban siendo explotadas en condiciones inhumanas y deplorables.
Entre los responsables de esta red, tres individuos fueron detenidos en la provincia de Ávila y tras comparecer ante la justicia, se determinó que tres de ellos debían ingresar en prisión preventiva mientras se llevan a cabo las investigaciones correspondientes.
Este golpe a la explotación laboral pone de manifiesto la importancia de la labor policial en la lucha contra este tipo de delitos que atentan contra los derechos humanos y la dignidad de las personas. Las autoridades continúan trabajando para identificar a más implicados en esta red y garantizar que se haga justicia para las víctimas rescatadas.