Durante este verano, la importación de gas en España ha experimentado un notable aumento, con Argelia manteniéndose como el principal proveedor del país. Además, Estados Unidos ha ganado terreno como segundo proveedor de gas, gracias a un pacto arancelario que contempla un incremento en las compras por parte de España. Esta tendencia en el mercado energético ha generado interés y debate en el sector, especialmente en un contexto global marcado por la volatilidad de los precios del gas y la necesidad de diversificar las fuentes de suministro. La dependencia de España de estos proveedores extranjeros plantea desafíos en cuanto a la seguridad energética y la estabilidad de los precios en el futuro cercano.
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