Tras la multitudinaria manifestación en defensa de la autonomía del Conceyu, la presión sobre la Diputación ha aumentado considerablemente. El Conceyu ha instado a la Diputación a tomar medidas firmes para salvaguardar la autonomía local, advirtiendo que cualquier falta de acción demostraría que la moción aprobada previamente no fue más que un acto vacío.
La sociedad civil ha dejado claro que el clamor por la autonomía es real y que la ciudadanía no tolerará ninguna intromisión en las decisiones locales. La Diputación se encuentra ahora en una encrucijada, con la responsabilidad de demostrar su compromiso con el autogobierno de los Conceyos.
El éxito de la manifestación ha demostrado la fuerza del movimiento ciudadano en defensa de la autonomía local, y ahora se espera que la Diputación actúe en consecuencia. La presión sobre las autoridades locales es evidente, y la ciudadanía estará atenta a cualquier decisión que se tome en relación con este tema crucial para la democracia local.