En un nuevo capítulo de tensiones políticas en Castilla y León, el presidente de la comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, ha dejado en evidencia su postura con respecto a Vox al eludir la Ley de Concordia y menospreciar a dicho partido con sus declaraciones: «Sin ustedes, Castilla y León funciona». Durante el pleno de las Cortes, Mañueco ha reiterado su apuesta por la «pinza» con el PSOE, desatando polémica y descontento entre quienes esperaban un mayor diálogo y consenso en la región.
Por su parte, Juan García-Gallardo ha desafiado a la tramitación de una «ley integradora que protege a las víctimas», lo que indica un claro reto a las políticas actuales del gobierno autonómico. Estas declaraciones evidencian la creciente polarización política en la región, con posturas cada vez más encontradas y confrontaciones abiertas entre los diferentes partidos.
La falta de acuerdos y la división en Castilla y León parecen marcar la agenda política, generando incertidumbre y preocupación entre la ciudadanía. Mientras tanto, los desafíos y retos que enfrenta la comunidad autónoma parecen quedar en segundo plano frente a las disputas partidistas y la falta de consenso en la toma de decisiones.