El Grupo Municipal Socialista de Ponferrada (PSOE) ha denunciado públicamente la «deficiente gestión» de la Oficina de Turismo de Ponferrada, un servicio esencial para la ciudad que, según afirman, sufre de falta de planificación y abandono por parte del equipo de gobierno liderado por el alcalde Morala.
La concejala socialista Silvia Blanco ha criticado que el horario actual de la oficina (de 10:15h a 16:45h) es claramente insuficiente, especialmente en temporada alta y durante los meses de verano, cuando Ponferrada recibe a más visitantes, turistas y peregrinos del Camino de Santiago.
Uno de los hechos más criticados por el PSOE fue el cierre de la Oficina de Turismo el pasado 1 de septiembre, coincidiendo con las Fiestas de la Encina 2025, el evento más importante del año en Ponferrada. Según denuncian, la oficina permaneció cerrada sin previo aviso y, tras la queja pública del grupo socialista, se improvisó una «solución vergonzante»: dejar las cajas con los programas de fiestas en la puerta para que los ciudadanos y visitantes los cogieran, lo que califican como un «self-service inaceptable».
Además, la Oficina de Turismo de Ponferrada también estuvo cerrada los días 18 y 19 de agosto, dejando sin atención ni información a turistas y peregrinos.
El Grupo Municipal Socialista considera que estos cierres son consecuencia de la mala organización del personal y de la ausencia de planificación en la cobertura de bajas o vacaciones. «Desde que el Sr. Morala es alcalde, la calidad del servicio ha empeorado visiblemente», denunció Blanco.
Para el PSOE, el problema no es de recursos, sino de gestión. Recuerdan que hasta principios de este año se había reforzado la oficina con personal procedente de otros servicios, y cuestionan por qué desde febrero ya no se mantiene ese apoyo.
El grupo socialista acusa al concejal de Turismo de justificar incumplimientos en lugar de mejorar el servicio, mientras el concejal de Personal «está más preocupado en otras tareas».
Finalmente, el PSOE de Ponferrada exige al equipo de gobierno una planificación seria, una reorganización responsable y un compromiso real con el turismo, al considerar que es un motor económico y social fundamental para la ciudad. «Nuestra ciudad merece una Oficina de Turismo a la altura de su patrimonio y visitantes, no un servicio cerrado, improvisado y abandonado», concluyen.