En un discurso cargado de simbolismo y referencias históricas, el rey ha alzado la voz en defensa de Brañosera y su legado milenario. En un claro mensaje a favor del municipalismo y la convivencia, Felipe VI ha destacado a este pequeño municipio como un «modelo inspirador» para «vivir juntos».
Consciente de los retos que enfrentan los pueblos de la España Vaciada, el monarca ha subrayado la importancia del futuro de estas comunidades, considerándolas como una parte esencial del país. En un momento en el que la despoblación y el abandono rural son realidades palpables, el rey ha apostado por valorar y preservar la riqueza cultural e histórica de lugares como Brañosera.
Este mensaje, cargado de significado y compromiso, busca concienciar a la sociedad sobre la necesidad de apostar por un desarrollo sostenible e inclusivo, donde el respeto por la historia y la identidad de cada lugar sea un pilar fundamental. Brañosera, con su legado milenario y su modelo de convivencia, se erige como un ejemplo a seguir en tiempos de incertidumbre y transformación.