La paciencia de los residentes de la zona se ha puesto a prueba una vez más, ya que el enlace del vial de la pizarra ha sufrido un retraso de seis años, el doble de lo acordado inicialmente. A pesar de los esfuerzos recientes del Ministerio de Fomento por acelerar las obras de conexión entre la N-536 y la N-120, los habitantes de la región han tenido que soportar una espera prolongada y frustrante.
Este contratiempo ha generado malestar entre los afectados, quienes esperaban contar con una infraestructura vital para mejorar la movilidad en la zona. Las promesas incumplidas y los constantes retrasos han llevado a la comunidad a expresar su descontento y exigir respuestas claras y soluciones inmediatas por parte de las autoridades responsables.
A pesar de los obstáculos y las demoras, se espera que las obras finalmente lleguen a su conclusión para alivio de todos los implicados. Mientras tanto, la incertidumbre y la impaciencia se mantienen latentes en una situación que evidencia la importancia de una adecuada planificación y ejecución de proyectos de infraestructura para el bienestar de la sociedad.
