En medio de la polémica generada por la venta de oro por parte de las exmonjas de Belorado, éstas han salido en defensa de sus acciones asegurando que no hubo engaño en la transacción. Las religiosas han declarado que la venta del oro se llevó a cabo de manera transparente y legal, y que en todo momento se cumplieron los procedimientos establecidos.
El caso ha generado un intenso debate en la opinión pública, con opiniones divididas sobre si las exmonjas actuaron de forma correcta al disponer de este patrimonio de la comunidad religiosa. Algunos sectores critican la decisión de vender el oro, mientras que otros respaldan la autonomía de las religiosas para tomar decisiones respecto a los bienes de la congregación.
Por su parte, las exmonjas de Belorado han expresado su deseo de zanjar la controversia y han afirmado que seguirán trabajando en proyectos de ayuda social y caritativa en beneficio de la comunidad. A pesar de las críticas recibidas, las religiosas se mantienen firmes en su postura y confían en que la verdad saldrá a la luz.
