Este sábado, un grupo de mujeres se congregó en la plaza principal de la ciudad para denunciar la violencia machista que sigue cobrando vidas y dejando secuelas en la sociedad. Bajo un cielo nublado que parecía llorar junto a ellas, las manifestantes portaban pancartas con mensajes de repudio a la violencia de género y exigían justicia para las víctimas.
En un acto simbólico, las participantes decidieron llamar a este día «Sábado sin Sol», en referencia a la oscuridad que sienten las mujeres que sufren violencia en silencio. Con consignas como «Ni una menos» y «No estamos todas, faltan las asesinadas», las manifestantes hicieron eco de la indignación y el hartazgo que genera la falta de medidas efectivas para erradicar este flagelo.
La convocatoria, que se realizó de forma pacífica pero contundente, buscaba visibilizar la urgencia de tomar medidas concretas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia machista en todas sus formas. Las mujeres presentes compartieron testimonios de experiencias personales, evidenciando la magnitud del problema y la necesidad de un compromiso real por parte de la sociedad y las autoridades.
La lluvia que comenzó a caer al final de la manifestación fue interpretada por muchas como una señal de que es necesario seguir luchando, aunque las condiciones parezcan adversas. Con la esperanza como bandera, las mujeres se retiraron de la plaza, pero dejando un mensaje claro: la lucha contra la violencia machista no se detendrá hasta lograr un cambio profundo en la cultura y en las políticas públicas.