En un nuevo capítulo del conflicto por la instalación de una planta fotovoltaica en la localidad de Fabero, los activistas ambientales Lillo y Otero han elevado su demanda para que les sean devueltas 196 hectáreas de terreno donde se pretende construir el proyecto energético. Las juntas vecinales y numerosos residentes respaldan esta acción, señalando a la empresa Promining como la responsable de resolver este contencioso.
La tensión en la zona ha ido en aumento en las últimas semanas, con protestas y manifestaciones por parte de los habitantes que se oponen a la instalación de la planta fotovoltaica en ese terreno. La exigencia de Lillo y Otero de recuperar esas tierras ha sido respaldada por un importante sector de la comunidad, que solicita el apoyo y la intervención del Ayuntamiento de Fabero para resolver el conflicto de forma justa y equitativa.
Mientras tanto, la empresa Promining se mantiene en silencio ante estas demandas y la presión crece por parte de los grupos ecologistas y los residentes locales. La incertidumbre y la controversia rodean este proyecto, que ha generado divisiones en la comunidad y ha puesto en evidencia la importancia del diálogo y la negociación en este tipo de situaciones.