En medio de un panorama desolador para la industria del carbón, el pueblo de Santa Marina en Torre del Bierzo guarda un secreto que despierta la curiosidad de muchos: ha logrado esquivar el destino inevitable de la despoblación. En un esfuerzo titánico por mantenerse a flote, los habitantes de esta localidad minera han encontrado la fórmula para atraer nuevos residentes y revitalizar sus calles.
Bajo el lema «Hacemos pueblo», los vecinos de Santa Marina han logrado convertir a su comunidad en un auténtico oasis demográfico. A pesar de la crisis provocada por la pandemia, han recibido a 48 nuevos habitantes y han logrado reabrir 20 casas que permanecían abandonadas. Mientras tanto, en el resto de la cuenca minera la historia es otra, con una alarmante despoblación que amenaza con borrar del mapa a numerosas localidades.
El caso de Santa Marina es un ejemplo de resistencia y resiliencia en tiempos difíciles. La unión de sus habitantes, su espíritu emprendedor y la capacidad de adaptarse a las circunstancias han sido clave para mantener viva la llama de la esperanza en este rincón olvidado. Sin duda, este pueblo minero ha sabido reinventarse y encontrar la manera de escribir un nuevo capítulo en su historia, desafiando al destino que muchos daban por inevitable.