La crisis sanitaria continúa afectando a la ganadería en Castilla y León, ya que las autoridades han decidido extender la prohibición de mover ganado bovino hasta finales de enero. Esta medida, que se implementó por primera vez el pasado 25 de octubre, busca frenar la propagación de enfermedades entre el ganado y proteger la salud de los animales. La decisión ha generado preocupación entre los ganaderos de la región, quienes se ven obligados a adaptarse a las restricciones impuestas por las autoridades. Se espera que esta medida tenga un impacto significativo en el sector ganadero, por lo que es crucial que se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de los animales en esta situación tan desafiante.
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