En una subasta de alta categoría celebrada en el Hotel Mandarin Oriental de Ginebra, una moneda procedente de Castilla y León se convirtió en la más cara de toda España al venderse por la asombrosa cifra de 2,4 millones de euros. Este hecho marcó un hito en el mundo de la numismática, donde los coleccionistas y expertos en monedas históricas se disputaron la codiciada pieza.
La moneda, cuya procedencia y valor histórico la convirtieron en la estrella indiscutible de la subasta organizada por la firma Numismatica Genevensis, atrajo la atención de coleccionistas de todo el mundo. Su diseño único y su impecable estado de conservación la hicieron destacar entre las demás piezas presentadas en el evento, convirtiéndola en objeto de deseo para los amantes de la numismática.
El hecho de que esta moneda provenga de Castilla y León, una región con una rica historia y tradición numismática, añadió un valor simbólico y emocional a su adquisición. La subasta fue un verdadero espectáculo de lujo y exclusividad, donde los participantes pujaron con entusiasmo por hacerse con esta pieza única que ahora pasará a formar parte de una colección privada, quizás oculta a los ojos del público, pero sin duda apreciada por su valor incalculable.
