Los residentes de Puente Castro han alzado su voz en una enérgica protesta contra la planta de biomasa que se planea instalar en su localidad. Aseguran que este tipo de instalaciones, conocidas como «macroplantas», representan un grave riesgo para la salud y el medio ambiente de la comunidad. Entre las principales preocupaciones de los vecinos se encuentran la posible generación de olores desagradables, contaminación ambiental y la emisión de gases tóxicos.
La movilización de los residentes ha sido contundente, manifestándose de manera pacífica pero firme en su rechazo a la planta de biomasa. Expertos en medio ambiente y salud pública han respaldado las preocupaciones de la comunidad, advirtiendo sobre los potenciales impactos negativos que podría tener la instalación de esta infraestructura en la zona.
Las autoridades locales se encuentran en medio de una difícil encrucijada, entre el impulso económico que podría representar la planta de biomasa y la legítima preocupación de los vecinos por su bienestar. La presión social y la necesidad de tomar decisiones responsables en materia de desarrollo sostenible están en juego en este conflicto que ha despertado un intenso debate en la opinión pública.
