Las constructoras en España han puesto sobre la mesa una preocupación latente: la falta de regulación de inmigrantes que les impide cubrir un déficit de 700.000 trabajadores en sus empresas. Ante esta situación, han apremiado al Gobierno a tomar medidas urgentes para regularizar la situación de estos trabajadores extranjeros, considerando que su presencia es vital para el funcionamiento de la industria de la construcción en el país.
Según denuncian los representantes del sector, la escasez de mano de obra cualificada está afectando directamente a la capacidad de las constructoras para llevar a cabo sus proyectos, lo que pone en riesgo la viabilidad de muchas de estas empresas. La falta de trabajadores capacitados está generando retrasos en las obras, aumentando los costos y perjudicando la competitividad del sector en un momento crucial para la economía nacional.
En este contexto, las constructoras hacen un llamado a las autoridades para que agilicen los trámites de regularización de los inmigrantes que ya se encuentran trabajando en el sector, así como para que se implementen medidas que faciliten la contratación de mano de obra extranjera cualificada. De no tomarse acciones concretas en este sentido, las empresas constructoras advierten que la situación podría agravarse aún más, poniendo en peligro la recuperación del sector y la generación de empleo en un momento de incertidumbre económica.