La Unión Europea ha decidido posponer por dos semanas la imposición de aranceles de represalia a Estados Unidos, en medio de un clima de tensión comercial entre ambas potencias. Esta medida se da en un intento por buscar una solución negociada y evitar una escalada en la guerra arancelaria que podría perjudicar a ambas economías.
Los aranceles de represalia estaban programados para entrar en vigor en breve, como respuesta a los gravámenes impuestos por Washington a productos europeos. Sin embargo, la UE ha optado por dar un margen de dos semanas para continuar las negociaciones y explorar la posibilidad de alcanzar un acuerdo que beneficie a ambas partes.
Esta decisión ha sido recibida con cautela tanto en Europa como en Estados Unidos, ya que la incertidumbre económica generada por las tensiones comerciales afecta a diversos sectores y podría tener repercusiones a nivel global. Se espera que las próximas semanas sean clave para determinar el rumbo de las relaciones comerciales entre la UE y EE. UU. y el impacto que esto tendrá en la economía mundial.